¿POR QUÉ HACER ESTA RUTA?
La simple llegada al prado y a la Ermita de San Tirso y poder contemplar lo que desde allí se ve, hace que merezca la pena subir a este lugar. Ocasional zona de paso de animales como el lobo, el jabalí e incluso el oso cantábrico,lo que nos supone un aliciente más para aventurarnos a realizar esta ruta.
Esta ruta se inicia en el pueblo de Ojedo, situado a escasos 5 minutos del centro de Potes, la capital lebaniega. Desde allí, cogeremos uno de los muchos caminos que nos acercarán a nuestro destino del día, descubriendo por el camino imponentes castaños milenarios como el de la Nazerona, o bosques de robles que dependiendo de la época en la que los visitemos, nos ofrecerán un auténtico espectáculo de luces y sonidos.
La ruta es muy fácil de seguir y os acompañaremos atravesando desde bosques de pinos, de robles, encinas y alcornoques, cosa que es bastante excepcional en el norte de la península.
Tendremos la posibilidad de culminar nuestra ruta, ascendiendo la cumbre del Pico Corrales, otro balcón perfecto de la privilegiada comarca en la que nos encontramos.